jueves, 5 de junio de 2014

Al filo del mañana

El otro día fui a ver Al filo del mañana, película de Tom Cruise que mezcla varias cosas.


Si cogemos un futuro hipotético, añadimos una invasión alienígena, un toque de película de II Guerra Mundial, lo metemos todo en el día de la marmota y le damos unos toques con sonrisas de Tom Cruise... Tenemos Al filo del mañana.


El argumento es sencillo. En un mundo en el que los alienígenasquieren conquistar el mundo lo hacen a base de conquistar territorios con batallas. William Cage (Tom Cruise) es un oficial que se encarga de labores propagandísticas. Cuando le ofrecen ir a la batalla para grabar imágenes y divulgarlas, se niega y es entonces cuando lo obligan a ir como soldado. Una vez allí, sin tener idea de cómo funciona un arma, mata por casualidad a un alienígena diferente a los demás y al morir Cage, se despierta de nuevo el día anterior. Entonces descubre que cada vez que muere, vuelve al mismo momento y puede cambiar el transcurso de la historia. Junto a Rita Vrataski deben utilizar ese poder para acabar con la invasión y salvar al mundo.


No quiero engañaros, a mí me gustó la película. No me fio mucho de las películas en las que el protagonista, por una causa o por otra, puede saber el futuro y cambiarlo, porque normalmente incluyen algún engaño (como el chasco que me llevé con aquella película de Nicolas Cage titulada Next). 


Pero esta película no tiene fallos de guión y eso que se los busqué. Durante la proyección me descubrí pensando: "Si cuando matan a un alienígena, la matriz les hace volver al pasado, ¿no cambiarían también lo que cambia Tom Cruise?" o "Si Tom Cruise mata a un alfa y por eso él puede volver al pasado una y otra vez, ¿no cambiaría el alfa ese pasado?". Y la respuesta a todas estas preguntas es que no hay ningún fallo, nada que objetar, ni siquiera una pequeña paradoja temporal. 


Además, hay muchos momentos de humor que rebajan tensión de la acción en los que el público puede relajarse, descansar y disfrutar.


Los actores actúan bien. Incluso Tom Cruise me gustó, quizás porque actúa de una forma más modesta que en la mayoría de sus películas. Aquí no hay primeros planos para adorar a la estrella (al menos no demasiados), ni escenas de lucimiento exclusivo de su persona. Y si no recuerdo mal, tampoco utilizan trucos descarados para que parezca más alto.

De Emily Blunt y el resto de actores secundarios, no puedo decir nada malo. Todos ejecutan muy bien sus papeles y dan fluidez al guion.

 En fin, una película que os recomiendo ver porque para ser un tinto de verano, está muy bien traída y merece la pena permanecer dos horas en la butaca.


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