jueves, 4 de octubre de 2012

Sherlock

El otro día hablé en esta entrada del gran personaje que es Sherlock Holmes. Hoy hablaré de la serie inglesa que ha decidido recuperar el personaje.
Lo bueno de la serie son las continuas referencias a los libros. Me emociono cada vez que titulan a un capítulo “estudio en rosa” o que Moriarty utiliza cinco pitidos de la señal horaria como cinco semillas de naranja para anunciar la muerte de alguien. También me gusta que hayan modernizado la historia. Me gusta ver a Holmes con un teléfono móvil utilizando internet para investigar un asesinato o enviando sms a Mycroft. Me gusta que Watson escriba un blog en vez de un artículo. Pero esto es todo lo que me gusta.
¿Qué es lo que no me gusta?
Que Holmes no es Holmes. Holmes es adicto a la heroína, no lleva parches de nicotina para dejar de fumar. Eso nunca lo haría Holmes. Tampoco se ha disfrazado ni una sola vez, ni ha puteado a nadie. El jefe de policía lo adora (¿desde cuándo Lestrade adora a Holmes?) y el resto no lo aguantan, pero no se sabe por qué. Además, los personajes secundarios también han cambiado. Mycroft trabaja para el Gobierno (en los libros asesora al Gobierno, pero apenas sale de su casa) y quiere controlar a Sherlock, por lo que este no lo aguanta. Los hermanos se llevan mal y eso no me gusta.
Y ahora es cuando tengo que decidir si hablar de Moriarty. ¿Hace falta que diga lo que no me gusta de él? Es afeminado y con un fuerte complejo que le viene de la infancia. En realidad, Moriarty es el mal puro, tan inteligente como Sherlock y por eso este disfruta tratando de atraparlo.
¿Por qué voy a seguir viendo la serie a pesar de que no me acaba de convencer? Por los punto que he puesto en el segundo párrafo y porque Sherlock Holmes es Sherlock Holmes y con un mínimo que respeten al personaje o hagan referencias literarias, va a ser bueno.

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