jueves, 7 de febrero de 2013

Canción de hielo y fuego I. Juego de tronos.


Ahora que todo el mundo está pendiente del estreno de la tercera temporada de la serie, es momento de recordar los libros de la saga Canción de hielo y fuego, y empezaré por el primero.

¿Hablamos de Juego de tronos?


Insisto en que solo voy a hablar del libro, no de la serie.

El libro es una maravilla. Tiene todos los ingredientes para enganchar al lector. Todo el libro tiene un aire a la Edad Media que me recuerda a la épica medieval que cantaban los juglares de pueblo en pueblo. El autor conoce bien el género ya que utiliza muchas fórmulas que hicieron temblar y emocionarse al pueblo llano durante siglos: el epíteto épico, los nombres de las espadas, las leyendas, las historias de reyes pasados… Todo ello para dar color a una historia que, de por sí es interesante.


El juego de personajes es espectacular. El autor no juega solo con una galería de personajes digna de un buen manga, sino que los utiliza a todos con un juego de perspectivas que intriga y gusta a partes iguales. Cuando estamos inmersos en la historia de Ned, pasa a la historia de Tyrion en el momento más interesante como lo hubiera hecho Lope de Vega en su mejor teatro. Y cuando estamos inmersos en la historia de Tyrion y está a punto de suceder algo emocionante, pasa a la historia de Arya o de Jon o de Daenerys. Lo importante es mantener la intriga. Pareciera que el autor ha aprendido la técnica de la misma Shaerezade.


Los personajes son interesantes. Todos. Además, utiliza una pequeña trampa para engañar al lector. A cualquiera que le pregunte, seguro que me respondería que los Stark son los buenos y los Lannister son los malos. ¿Por qué? Pues porque el autor cuenta la perspectiva desde el punto de vista de casi todos los Stark y solo de un Lannister. Jon, Arya, Sansa, Catelyn o Bran son Stark y cuando se cuenta la historia desde su punto de vista, solo podemos ponernos de acuerdo con sus motivaciones. 


Pero de la familia Lannister solo utiliza a Tyrion, el gnomo, un ser que incluso es medio repudiado por su propia familia. Pero si preguntara a otro lector si Daenerys es buena o mala, ahí habría duda. Su familia es mala: su padre, el rey loco, fue derrocado de su puesto por sus atrocidades y su hermano mismo es un personaje negativo. Pero… ¿Ella? A mí, personalmente, me gusta el personaje. Veamos qué ocurre en los siguientes libros cuando tenga que enfrentarse a los otros personajes.


Por último, la historia engancha. En Juego de tronos puede suceder cualquier cosa y por eso es tan intrigante. Por muy bueno que sea un personaje, por muy alto que sea su concepto de honor o precisamente por ello, el personaje puede morir. 


El autor no se anda con chiquitas en ese asunto. Cualquiera corre peligro y no hay nada que enganche más que una historia en la que puede suceder cualquier cosa.

¿No creéis?

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